Dios, que el día que yo te sirva, no sea porque una persona vio una necesidad y vio mis talentos y decidió entonces que en esa área yo debía servir.
Dios, que el día que yo te sirva, no sea porque yo vi una necesidad y vi mis talentos y decidí entonces que en esa área yo debía servir.
Dios, que el día que yo te sirva sea porque tú me llamaste y tú me preparaste y tú me equipaste para tú llamado. Y entonces, ahí encontraré que no es una carga, sino un deleite el servirte, porque de ti ha venido la facultad, el querer y el hacer.
“Pablo, apóstol, no por investidura ni mediación humanas, sino por Jesucristo y por Dios Padre, que lo levantó de entre los muerto”
Gálatas 1:1 (Nueva Versión Internacional)
“El mismo Dios que facultó a Pedro como apóstol de los judíos me facultó también a mí como apóstol de los gentiles.”
Gálatas 2:8 (Nueva Versión Internacional)
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