La doctrina de las Escrituras nos enseña acerca de la autoridad de la Palabra de Dios. Las Escrituras deben ser la regla final de fe y práctica para nuestras vidas. No nuestros sentimientos o emociones. No señales, palabras proféticas o corazonadas.
¿Qué más puede entregarnos Dios de lo que ya nos ha dado a través de las Escrituras? La pregunta es, ¿le escucharemos? ¿Vamos a obedecer aún cuando no nos guste lo que la Biblia tiene que decir?
Joshua Harris, Dug Down Deep, Multnomah Books (2010), p.72
La regla final de fe y práctica para nuestras vidas
12 de febrero de 2010
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