¡Lo suficiente para cubrir adecuadamente un texto! No creo que la duración del sermón sea tan importante como su contenido. A veces he predicado por cincuenta minutos y diez de esos minutos han sido demasiado tiempo. Otras veces he predicado una hora y veinticinco minutos y ha sido justo el tiempo necesario para enseñar el texto. Lo importante es cubrir el punto principal del mensaje de manera tal que las personas estén convencidas de su verdad y comprendan lo que el texto requiere de ellos.
John MacArthur, “Preaching and the Clock”
¿Por cuanto tiempo debo predicar?
7 de junio de 2011
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