¡Hermano mío! Se acerca el día cuando el diablo despojará al pecado de todo su barniz y adornos, presentando aquel monstruo ante tu alma de tal manera que se turbarán tus pensamientos, se mudará tu rostro, tus rodillas temblarán, y tu corazón estará tan abrumado por el terror que si no fuera por la misericordia de Dios, estarías dispuesto a ahorcarte como Ahitofel y Judas, matando así tu cuerpo físico en la Tierra y ti alma inmortal en el Infierno. Entonces, debes mirar ahora el pecado desde la perspectiva que tendrás de él para toda la eternidad, la que te revelarán Dios, tu conciencia y Satanás en aquel día.
Thomas Brooks, Remedios Preciosos Contra las Artimañas de Satanás, Editorial Peregrino (2009), p42
Mirando el pecado desde la perspectiva eterna
28 de abril de 2010
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