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Los Apócrifos (Deuterocanónicos) y la Bíblia

El año pasado, luego de la muerte de mi padre, fui invitado a participar en una misa católica que algunos familiares realizaron en memoria de mi papá.

En un momento del sermón, el sacerdote expresó que el motivo de la misa era interceder por el alma de mi padre, la cual según el, se encontraba en el purgatorio. Por lo que luego de la misa, en un momento donde se compartía un refrigerio con los invitados, no aguanté preguntarle al sacerdote que donde en la Biblia se encontraban esas doctrinas del purgatorio y de orar por los muertos, ya que a mi entender, de acuerdo a la Biblia, mi padre se encontraba en el cielo con Dios.

La respuesta del sacerdote apuntó hacia la Apócrifa (la colección de libros incluida en la Biblia por la iglesia católica romana, pero excluida de la Biblia por el protestantismo), donde según el se encontraban ambas doctrinas.

En este sentido, he querido compartir un breve extracto del libro de Wayne Grudem "Teología Sistemática", donde el autor explica la razón de porque los libros Apócrifos o Deuterocanónicos (como les llama la Iglesia Católica Romana), no pueden ser considerados parte de la Biblia.

"Hay incongruencias doctrinales históricas en varios de estos libros. E.J.Young anota:
No hay marcas en estos libros que atestigüen un origen divino. ... Judit y Tobías contienen errores históricos, cronológicos y geográficos. Estos libros justifican la falsedad y el engaño, y hacen que la salvación dependa de obras de mérito. .. Eclesiástico y Sabiduría de Salomón inculcan una moralidad basada en la conveniencia. Sabiduría enseña la creación del mundo con materia preexistente (Sab. 11.17). Eclesiástico enseña que dar limosnas hace expiación por el pecado (Eclesiástico 3:30). En Baruc se dice que Dios oye las oraciones de los muertos (Baruc 3:4), y en 1 Macabeos hay errores históricos y geográficos. (E. J. Young, "The Canon of the Old Testament", en Revelation and the Bible, pp. 167-168.)

No fue sino hasta 1546, en el concilio de Trento, que la Iglesia Católica Romana oficialmente declaró que los apócrifos eran parte del canon (con excepción de 1 y 2 de Esdras y la Oración de Manases). Es significativo que el concilio de Trento fue la respuesta de la Iglesia Católica Romana a la enseñanza de Martín Lutero y la Reforma Protestante que se extendía rápidamente, y los libros de la Apócrifa contenían respaldo para la enseñanza católica de las oraciones por los muertos y las justificación por fe mas obras, y no por fe sola. Al ratificar a los apócrifos como dentro del canon, los católicos romanos podían sostener que la iglesia tiene la autoridad de declarar una obra literaria como "Escrituras", en tanto que los protestantes habían sostenido que la iglesia no puede hacer algo que se considere Escrituras, sino que solo puede reconocer lo que Dios ya ha hecho que se escriba como sus propias Palabras.

Así que los escritos de los apócrifos no se deben considerar como parte de las Escrituras (por las siguientes razones):

  1. Ninguno de ellos afirma tener la misma clase de autoridad que tenían los escritos del Antiguo Testamento;

  2. Los Judíos, de quienes ellos se originaron, no los consideraban palabras de Dios;

  3. Ni Jesús ni los autores del Nuevo Testamento los consideraban Escrituras; y

  4. Contienen enseñanzas incongruentes con el resto de la Biblia.
Debemos concluir que son solo palabras humanas, y no palabras inspiradas por Dios como las palabras de las Escrituras. Tienen valor para la investigación histórica y lingüística, y contienen una cantidad de relatos útiles en cuanto al valor y la fe de muchos judíos durante el periodo posterior a la conclusión del Antiguo Testamento, pero nunca han sido parte del Canon del Antiguo Testamento, y no se les debe considerar parte de la Biblia. Por consiguiente, no tienen ninguna autoridad obligatoria para el pensamiento o vida de los cristianos hoy."

Wayne Grudem, "Teología Sistemática", (Editorial Vida 2007.), p. 59-60.

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